La misteriosa carta perdida de Einstein que predijo los asombrosos supersentidos de los animales

Albert Einstein no solo fue uno de los físicos más brillantes de la historia, sino también un pensador inquieto que se interesaba por muy diversos temas científicos. Se cree que en una ocasión escribió una **carta perdida de Einstein** en la que especulaba sobre la posibilidad de que muchos animales poseyeran sentidos extraordinariamente agudos que superaban con creces los de los humanos.

Aunque la legendaria carta nunca se ha hallado, han surgido en las últimas décadas sorprendentes evidencias científicas que demuestran que Einstein estaba en lo cierto respecto a los supersentidos del reino animal. En este artículo analizaremos qué se sabe sobre esta misteriosa predicción del famoso físico y exploraremos algunos de los más asombrosos sentidos agudizados presentes en distintas especies animales.

La predicción de Einstein sobre los supersentidos animales:

Según relatos de Compañeros cercanos como el biólogo Ernst Mayr, Einstein escribió una carta en la década de 1940 dirigida a un amigo en la que especulaba que muchos animales poseían sentidos mucho más desarrollados que los humanos.

En dicha **carta perdida**, el célebre físico argumentaba que los animales probablemente percibían aspectos del mundo que eran inaccesibles para nosotros debido a la limitación de nuestros sentidos. Einstein creía que la ciencia aún tenía mucho que descubrir sobre los sorprendentes talentos sensoriales en el reino animal.

Evidencias recientes de los supersentidos animales

Aunque la carta de Einstein se ha perdido en el tiempo, los avances científicos de las últimas décadas han demostrado que el genio alemán estaba en lo cierto respecto a los supersentidos de muchas especies animales. Algunos ejemplos son:

 Visión extraordinaria en aves y felinos

Las águilas y halcones pueden ver con asombroso detalle a una distancia de varios kilómetros. Los gatos perciben ondas luminosas invisibles para nosotros.

Ultrasonido en murciélagos

Los murciélagos utilizan la ecolocación por ultrasonido para orientarse y localizar presas incluso en completa oscuridad.

Receptores de campos electromagnéticos

Muchos peces y tiburones detectan campos electromagnéticos generados por otros animales, guiándose para cazar o escapar de predadores.

Sensibilidad al magnetismo terrestre

Aves, tortugas, mariposas y otros utilizan el magnetismo terrestre como brújula interna para la larga migración.

Comunicación por infrasonidos

Los elefantes se comunican con infrasonidos de muy baja frecuencia inaudibles para humanos, que pueden recorrer largas distancias.

Como Einstein supo intuir, poseemos apenas una ínfima fracción del inmenso espectro sensorial del mundo animal. Veamos a continuación algunos de los supersentidos más sorprendentes.

Supersentidos asombrosos en animales:

Sentido sónico de los delfines

La ecolocación del delfín le permite “ver” con ondas sonoras, distinguiendo forma, tamaño y densidad de objetos con extrema precisión. Incluso detectan objetos minúsculos o altamente camuflados.

Campo magnético de la anguila

La anguila es capaz de percibir el diminuto campo magnético generado por los latidos del corazón y la actividad muscular de posibles presas enterradas bajo el sustrato.

Receptores de calor en serpientes

Las pitones y boas poseen sensores térmicos en el rostro que detectan el calor emitido por los cuerpos de sus presas endotermas. Son capaces de formar una imagen térmica detallada.

Visión en colores de las mantis

Estos insectos tienen una visión en color tetracromática, permitiéndoles ver longitudes de onda ultravioleta invisibles para humanos y distinguiendo una gama cromática imposible para nosotros.

Sentido del gusto del gato

Los receptores gustativos de las papilas del gato son mucho más numerosos que en humanos. Poseen un umbral de detección de sabores diluidos unas 14 veces inferior al nuestro.

 Conclusión: Los asombrosos supersentidos del reino animal

Aunque la **carta perdida de Einstein** que predijo estas asombrosas capacidades sensoriales animales nunca ha sido hallada, la evidencia científica actual le ha dado plenamente la razón.

Desde la ultraprecisa visión de las aves hasta los detectores de campos electromagnéticos de los tiburones, pasando por el radar de ultrasonido de los murciélagos o el agudísimo olfato de los perros, los animales poseen auténticos superpoderes sensoriales que les permiten percibir un mundo rico en matices que permanece oculto a nuestros limitados sentidos.

Aún quedan, sin duda, muchos descubrimientos por hacer en el apasionante campo de los sentidos animales. Tal vez algún día se recupere la famosa **carta perdida** del genial Einstein, cuyas predicciones ya han resultado visionariamente acertadas.