Los zombis no pueden existir: lo explicamos
💀Los zombis no pueden existir y en este artículo de Conspiración en la Red te lo explico, es muy interesante, son criaturas icónicas del terror que han fascinado y cautivado a la audiencia durante décadas enteras. Desde películas clásicas del género de terror como La noche de los muertos vivientes en los años 60, hasta las más recientes e impactantes series de TV como The Walking Dead, los espeluznantes y letales zombis han invadido y conquistado nuestra cultura popular, volviéndose figuras legendarias reconocidas en todo el mundo. Su presencia en el cine y la televisión ha provocado infinitos escalofríos, pesadillas y fantasías perturbadoras en varias generaciones de espectadores ávidos de fuertes emociones.
😱Sin embargo, a pesar de la enorme y arrolladora popularidad de los zombis en la ficción, las películas de terror y la cultura pop, lamentablemente los zombis no pueden existir ni tener una presencia real en nuestra vida cotidiana. Por más que nos encanten estas criaturas como elemento de suspenso y horror en la pantalla, la realidad científica es que resulta absolutamente imposible que los muertos regresen a la vida y deambulen hambrientos de carne humana. Aquí hay 5 poderosas razones principales basadas en evidencia que explican sin lugar a dudas por qué los zombis jamás podrían existir más allá de nuestra desbordante imaginación.
🔬1. Los zombis violan las leyes de la termodinámica
En las películas y series sobre zombis, estos se representan como muertos reanimados que milagrosamente vuelven a moverse, caminar y perseguir humanos sin necesitar ninguna fuente de energía. Pero esto viola completamente la segunda ley de la termodinámica, una de las principales leyes de la física, que establece que la entropía (el desorden molecular) de un sistema aislado como un organismo nunca disminuye espontáneamente.
Un cuerpo que ha fallecido no puede simplemente generar la energía bioquímica necesaria para realizar las acciones motoras complejas de un zombi sin una fuente viable de alimento y calorías. En esencia, los zombis no pueden existir y desafían de forma absurda e imposible las leyes universales más fundamentales de la termodinámica y la conservación de la energía, al moverse, perseguir y atacar a los vivos sin una fuente interna sostenible de energía calórica y ATP.
Los zombis de ficción representan una seria violación de los principios de la física que rigen la relación entre la energía, la entropía y el movimiento en la naturaleza. La ciencia ha demostrado que un cuerpo sin vida no puede simplemente reiniciarse y comenzar a moverse sin ingresar nuevo combustible y energía. Por lo tanto, desde un punto de vista termodinámico, resulta absurdo e imposible que los zombis puedan existir, convirtiéndolos únicamente en criaturas fantasiosas que desafían las poderosas leyes de la física.
🧠2. Los zombis no pueden existir y no tendrían funcionamiento cerebral
Tanto la consciencia, el pensamiento abstracto, la personalidad y la capacidad de comportamiento requieren de complejas e intensas actividades neuronales y bioquímicas dentro del cerebro. Una vez que un cerebro humano muere debido a falta de oxígeno o daño físico, no existe absolutamente ninguna posibilidad de que se pueda reiniciar o recuperar su funcionalidad.
Por lo tanto, los zombis no pueden existir en la realidad ya que no podrían tener pensamientos, formar memorias, sentir emociones o poseer una personalidad propia sin un cerebro biológicamente activo y funcional. El cerebro esencialmente se apaga al morir, así que los zombis serían entidades 100% inertes y automatizadas, sin rastro alguno de consciencia real.
Incluso en el caso hipotético de que un zombi pudiera reanimarse mágicamente después de muerto, este sólo sería capaz de tener las habilidades motoras más básicas y primitivas, tales como caminar y morder. Pero le sería imposible pensar, razonar o sentir sed de sangre, dado que su cerebro estaría irremediablemente muerto e inactivo, sin importar el estado de descomposición del resto de su cuerpo.
Por lo tanto, la pérdida absoluta e irreversible de la función cerebral tras la muerte imposibilita por completo que los zombis puedan existir como algo más que cuerpos ambulantes sin raciocinio. Su fantasiosa “vida” después de muertos contradice la ciencia del cerebro humano.
💀3. El deterioro del cuerpo hace imposible la reanimación
Los zombis no pueden existir después del fallecimiento de un ser humano, el cuerpo comienza un rápido e irreversible proceso de descomposición y putrefacción. La piel y los tejidos musculares sufren daños progresivos, los órganos internos colapsan, los fluidos se descomponen y los gérmenes invaden los restos orgánicos sin resistencia. Este severo deterioro físico hace absolutamente imposible cualquier intento de reanimar un cadáver después de la muerte.
Además, los complejos procesos bioquímicos y eléctricos que permiten el movimiento, la consciencia y la función cerebral cesan irreversiblemente muy pronto tras el momento de la muerte. Todas las conexiones neuronales se apagan, el suministro de oxígeno finaliza y los tejidos comienzan a pudrirse. Es totalmente imposible “reiniciar” estas sofisticadas funciones vitales una vez que han llegado a su fin de forma natural.
🧟♂️Por lo tanto, la descomposición del cuerpo y el cese de sus funciones tras la muerte vuelven completamente imposible cualquier intento de reanimación después de que una persona fallece. Los zombis no podrían levantarse milagrosamente intactos y hambrientos tras morir, desafiando las leyes naturales de putrefacción orgánica. Sencillamente la ciencia no lo permite.
💉4. No hay patógenos zombificantes conocidos
En incontables películas y libros de ficción, una misteriosa infección o virus mortal convierte rápidamente a las personas en feroces zombis sedientos de carne humana. Pero en la realidad, tras décadas de investigación médica e innovaciones científicas, no se ha descubierto ni identificado ningún tipo de patógeno bacteriano o viral en la naturaleza que tenga la capacidad de generar un estado zombificado en un organismo vivo.
Incluso los virus y bacterias más letales y temibles que conoce la humanidad, responsables de las peores plagas y epidemias que han diezmado a poblaciones enteras, sólo pueden provocar la muerte de millones de personas, pero no son capaces de reanimar o restaurar las funciones vitales en un cuerpo sin vida tras la muerte definitiva. Los zombis no pueden existir la reanimación de un cadáver ya sea por infección o cualquier otro método es 100% ficticio e imposible de lograr dado nuestro actual conocimiento de la biología y la medicina.
😷Por lo tanto, cualquier patógeno zombificante que se muestra en películas de terror o libros pertenece únicamente al terreno de la fantasía y la imaginación desbordada. En el mundo real desgraciadamente no existe ningún virus con la habilidad de traer a los muertos de regreso como zombis hambrientos, por más que nos encanten estas historias.
5. Los zombis no encajan en nuestro conocimiento de biología
La ciencia ha mapeado extensivamente cómo funcionan los seres vivos. Desde la bioquímica hasta la ecología, nuestro conocimiento no deja espacio para los muertos reanimados.
Los zombis contradicen principios fundamentales de la biología. Serían entidades completamente ajenas a todas las formas de vida conocidas sin explicación posible dentro de la ciencia moderna.
En resumen, los zombis son criaturas imaginarias que, por muchas razones, son imposibles dentro de las leyes de la naturaleza tal y como las comprendemos. Aunque siguen siendo icónicos en historias de ficción, realmente no tienen cabida en el mundo real. Pero seguirán provocando escalofríos y fascinando al público en películas y libros por muchos años más.
Preguntas frecuentes
P: ¿Podría crearse algún tipo de virus que cree zombis?
R: No, los virus o bacterias no pueden reanimar ni sustentar cuerpos muertos. La reanimación contradice principios básicos de biología y física.
P: ¿Qué pasaría si la radiación mutara a humanos en zombis?
R: La radiación causa daño celular y enfermedad, pero no puede alterar tan dramáticamente la biología humana. Los zombis siguen sin tener explicación científica posible.
P: ¿Y si los zombis son causados por una plaga sobrenatural?
R: Las plagas o fenómenos sobrenaturales pertenecen al terreno de la ficción. No hay evidencia que apoye su existencia en el mundo real tal y como lo conocemos.
P: ¿Podrían los zombis ser el resultado de experimentos militares secretos?
R: No hay indicios de que algún gobierno haya desarrollado tecnología para reanimar muertos. Y la ciencia conocida lo hace imposible.
P: ¿Existen de verdad los zombis en alguna parte del mundo?
R: No, los zombis son criaturas ficticias. No existen en ningún lugar del mundo real, sólo en la imaginación de escritores y cineastas.
🧟♂️Conclusión: Los zombis no pueden existir. son imposibles según las leyes de la ciencia
Los zombis no pueden existir y han sido y seguirán siendo una fuente inagotable de fascinación y uno de los elementos básicos más icónicos en el género de terror, desafortunadamente todos los conocimientos, datos y evidencia científica actual indican firmemente que la existencia real de los zombis es imposible.
Su hipotética presencia en el mundo real contradice de forma irrefutable múltiples leyes y principios fundamentales de la física, la biología, la bioquímica y otras ciencias naturales. Desde las leyes de la termodinámica hasta la función cerebral, los zombis representan una violación de nuestro entendimiento científico sobre cómo opera el universo.
Por lo tanto, la triste pero irrefutable conclusión es que los temibles zombis no pueden existir más allá de la imaginación de talentosos escritores y cineastas de horror y ciencia ficción. Sólo tienen cabida en el terreno de la ficción, donde los creadores pueden alterar y distorsionar las reglas de la realidad para generar estas criaturas espeluznantes.
Pero dentro de los parámetros de la naturaleza tal y como la conocemos a través de siglos de ciencia, no existe forma alguna, por más extraordinaria o terrorífica que nos parezca, en que los muertos se levanten de sus tumbas para perseguir y alimentarse de los vivos. Ese es un destino que sólo viven en nuestras pesadillas más oscuras.